lunes, 4 de abril de 2011

Regala un libro a tus hijos y les das alas


Los libros en el entorno infantil.

Por Aylen Medina Ferriol. 

Publicado el 2 de abril de 2011 en Radio Bayamo.


Para aquellos que se dedican a hacer arte, resulta sumamente difícil, dirigirse al público porque el grado de aceptación de su trabajo depende de sus características, gustos y necesidades. 

El artista dedicado a las letras, no debe estar alejado del lector, como fuente inspiradora de su trabajo, que le lleva a escribir lo que realmente desea consumir.

Cuando se habla de literatura para niños, las exigencias son aún mayores, porque debes lograr la instrucción de los pequeños, al tiempo que les ofreces entretenimiento y atrapas su atención.

La literatura infantil, es la que se dirige a las primeras edades en específico, y que reúne una serie de requisitos que la hacen asequible para ciertas etapas de la vida, lo que no quiere decir que no pueda ser leído por todos.

Este concepto es un tanto contradictorio, pues depende de muchos factores, y de la subjetividad de cada persona, pues lo que para muchos es apropiado, para otros no lo es.

Pero lo cierto es, que constituye un mecanismo de educación social, encargado de transmitir las normas morales en los más pequeños de casa.

Constituye una de las vías que tienen los adultos de influir en la manera de pensar de los pupilos, sin forzarlos a aceptar una u otra ideología, sino dejándolo más bien, a su elección.

De ahí la importancia de que la literatura infantil cuente con los atributos apropiados para entretener y educar al mismo tiempo, y que de paso, nos inserte en un contexto social determinado.

Justo es aclarar, que este proceso está influenciado por los cambios que experimenta la vida social en general, que imprime su sello en cada una de las manifestaciones sociales del ser humano, y por tanto, no escapa a ello la literatura.

Si hablamos de la literatura cubana, no pueden dejar de mencionarse nombres como el de Dora Alonso, destacada figura dentro de la literatura infantil, mostrando la capacidad de imprimir cubanía y narrar situaciones simpáticas.

Los poemas para niños de Mirta Aguirre, con su juego de palabras y sonoridad, para motivar en los más pequeños hábitos de lectura.

Las figuras expresivas aparentemente sencillas, creadas por Onelio Jorge Cardoso, el Cuentero Mayor, convirtiendo en grande lo que para todos pasa inadvertido.

Eliseo Diego, con su imprescindible voz dentro de la poesía cubana,  obra de gran ternura y alto vuelo.

Porque el cubano se sirve de sus raíces, fruto de la fusión de muchas culturas, y por ello es propietario de disímiles artificios que le impregnan un sello único a todo cuanto hace, en materia de arte.

Las letras cubanas dirigidas a los infantes, se apoyan de los elementos de la naturaleza y del paisaje, virtudes de la literatura nacional.

Uno de los aspectos que no debe descuidarse cuando para los niños se escribe, es la calidad visual de las ilustraciones, imprescindibles para recrear aún más las historias.

La literatura infantil en Granma, se ha visto con un leve incremento, lo que no quiere decirse que sea suficiente, existen muchos talentos que ofrecen muy buenos libros para  los pequeños.

El lector del territorio está ávido de este tipo de libros, pero las carencias materiales traen muchas veces restricciones que atentan contra el buen desempeño del ser humano.

A ello no escapa las ansias de unos cuántos por ofrecer a sus seguidores la buena literatura, e incluso, el intento de otros por abrirse camino en este mundo para dirigido a los niños.  

Y es que a través del controversial país de las hadas, brujas y gnomos pueden llevarse de la mano a los pequeños, señalándoles la diferencia entre el bien y el mal.

A ellos que se creen en las varitas mágicas para lograr sus sueños, vuelan en escobas para llegar a los más increíbles lugares, y se valen de frijoles para llegar al cielo.

Porque lo extraordinario, lo maravilloso y lo fantástico se unen, para construir ese depósito de magia, que es la literatura infantil.